Perlas Tahitianas

Creadas en las cristalinas aguas de la Polinesia Francesa, las perlas tahitianas son un fenómeno único, representando la armonía entre el hombre y la naturaleza.

Se cultivan en el mar y la ostra que las produce se llama Pinctada Margaritifera, también llamada ‘ostra de labio negro’.

La peculiaridad de las perlas de Tahití es su amplia gama de colores iridiscentes: verdes, marrones, violáceos, grises, dorados.. siendo el negro su color más característico. Gracias a que en los mares del Sur las aguas son extremadamente limpias y con gran cantidad de placton, todas ellas disponen de un brillo o lustre magnífico.

Vuestras perlas podrán transmitirse de generación en generación.

Sería difícil imaginar que las perlas cultivadas en el mar tuvieran un proceso tan largo, y es que cuando las ostras alcanzan los tres años de edad es cuando se empieza a trabajar con ellas.

Es una operación realizada por técnicos altamente experimentados que consiste en introducir un trozo de labio/epitelio de una ostra donante con gran variedad de colores más/así como un núcleo de alta calidad compuesto de la concha de uno de los moluscos procedentes del Mississippi.

En la primera injerción el tamaño de las perlas suele oscilar entre los 8 y los 11mm. y, en las posteriores, pueden llegar hasta los 20mm de Ø.

A su vez es posible que se den los kehis, pequeñas perlas creadas por el rechazo prematuro del núcleo injertado y que se asemejan a la perla formada de manera natural.

Una ostra puede llegar a producir 5 perlas, una de cada vez y cada una de ellas tardan en formarse al menos 18 meses, es por ello que su capa de nácar es extraordinariamente gruesa, desde los 0,8 mm llegando a alcanzar los 6 mm, la cual favorece a un buen lustre y a una gran durabilidad.

Un poco de Historia

La exótica perla de Tahití, más comúnmente conocida como perla negra, cuenta con un reconocimiento oficial de autenticidad gracias al color tornasolado oscuro tan particular que solo se forma en los Mares del Sur.

Antiguamente suponía un símbolo de pureza y virtud, altamente apreciadas en Oriente Medio y Asia al tratarse de una de las primeras joyas que el hombre utilizo para ornamentar su cuerpo.

En 1961 se originó la primera perla negra en una laguna de la isla de Bora-Bora empleando las técnicas de injerto originarias de Japón. Gracias a este primer experimento, el resultado fue 100% satisfactorio, por lo que se decidió extender esta técnica para obtener perlas de las ostras, a varias islas del archipiélago de Tuamotu, al noreste de Tahití.

A finales de los ’70, la perla de Tahití obtiene la denominación de origen por parte del Instituto Gemológico de América, además de otorgarle el reconocimiento del mayor organismo relativo a la joyería y orfebrería, de manera que, la perla de Tahití hoy día, supone un icono único de las islas y es una joya muy codiciada a nivel internacional.

Nuestro prooveedor

La granja familiar CHAMPON, situada al sur de la isla de Taha’a en el archipiélago Sociedad, es nuestro proveedor directo. Es una granja estacional en la cual no se produce todo el año, dejando ciertos meses de descanso a las ostras (los más fríos) para así poder llegar a tener una mayor calidad del producto.

Siendo parte de la familia biólogos marinos, miran mucho por el impacto medio ambiental queriendo hacer el proceso desde un principio ellos mismos, como criar las ostras bebes para poder llevar un mejor control sobre ellas y no producir perlas en mucha cantidad dejando el espacio y tiempo requerido para cada ostra, tratando de darles el mayor cuidado posible en todo momento. Es por ello que tienen cierto renombre en su país, con una calidad de producto exclusiva.